Wednesday, March 01, 2006

 

alii alio dilapsi sunt

Mantuvo una diminuta luciérnaga en la palma de la mano. De pronto sintió un chasquido de luz. Sabía que las hembras de la familia lampyridae o elateridae o phengodidae imitan las llamaradas de las hembras de otras especies para atraer a los machos y devorarlos. Contempló, desgarrado, cómo se alejaban sus amigos en el último día de la infancia. Leyó en su tablilla de cera una frase que su maestro le había dictado: Alii alio dilapsi sunt. ¿Nunca más volvería a ver a sus amigos, ya que con su familia emigraba de Roma a Cartago? Y no sabía si lo iridiscente de la luciérnaga era verde o amarillo, pues todo se obnubilaba a través de sus nacientes lágrimas...

Años más tarde, cuando los romanos arrasaron Cartago y a él lo esclavizaron en las galeras imperiales, recordó el último día de la infancia, sus amigos que se alejaban, la luciérnaga en la mano y la frase en su tablilla de cera: Alii alio dilapsi sunt (Cada cual se fue por su lado)...

Comments:
Sabio viajero del tiempo y de tiempos.

Gracias por tu visita por mi rincón.

Un saludo
 
¿Alguna vez saldremos de las galeras para volver a vernos todos como corresponde, humanamente?

Hasta pronto.
 
Interesante sitio.

Te dejo un beso y mi agradecimiento por tu visita.

Kat
 
Todo pasado fue mejor, pero el mejor pasado es el de la nostalgia. Aunque el mundo y la vida sigan en su devenir, nuestra memoria se vuelve esa ancla que nos ayuda a permanecer.
 
Alii alio dilapsi sunt... estamos (en cierta manera) en manos del destino, y los que deban permanecer a nuestro lado... permanecerán.
Me viene a la mente una canción: "...como las vidas que se tocan y luego vuelven a separarse/ un millón de suertes que se mezclan/ alquimia en el laboratorio cosmos..."
 
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