Friday, March 02, 2007

 

enanos de cabelleras verdes

Caía la noche. En el bar "La Unión Chica", bebíamos con el poeta Rolando Cárdenas. Él, de pronto, recitó su poema "La búsqueda":


A veces es bueno abandonarse al propio olvido
como si el saber sonreír
fuera más fácil que morder una fruta.
Ir por las calles perfectamente solo,
sin más compañía que nuestra cotidiana tristeza
y nuestros pasos,
amando una vez más la sencillez del aire
de la manera como se recuerda la infancia,
o ese otro tiempo pulverizado
cuando se buscaban las primeras estrellas en las charcas.


Es bueno sentarse entre amigos y vasos
a observar cómo todos abandonan algo suyo
en la música que los impulsa y transforma en seres sin huesos,
mientras la noche trepa por los muros
buscando también dónde esconder su espera,
y después salir hacia el alba
con un poco más para alimentar futuras soledades.


Es bueno comprender que estamos hechos de recuerdos,
un poco de tiempo que crece sin escucharnos
y de muchas cosas que no comprendemos.


A veces es bueno detenerse a contemplar la hoja que cae
cuando la palabra primavera
no es lo que nosotros quisiéramos que sea.




Cuando dejamos el bar, unos enanos de cabelleras verdes nos acompañaron calle abajo. Al despuntar el alba, los enanos se esfumaron con la hermosa complicidad de la noche.


------------------


(En homenaje en el mes de natalicio del poeta Rolando Cárdenas (1933-1990)

This page is powered by Blogger. Isn't yours?