Friday, August 24, 2007

 

fuego y ritmo

Caía una lluvia lánguida, casi garúa. Los aldeanos de Kaxicane abrazaron al poeta Antonio Agostinho Neto. Camino al hogar, desaparecieron por los senderos del bosque. Por la noche, en un claro de las arboledas, cantaron junto al fuego. Antonio Agostinho les recitó su poema "Fuego y ritmo":


Sones de grilletes en las carreteras
cantos de pájaros
bajo el verdor húmedo de los bosques
frescura en la dulce sinfonía
de los cocotales
fuego
fuego en el césped
fuego sobre las calientes planicies de Cayatte

Caminos largos
llenos de gente llenos de gente
llenos de gente
en éxodo de todas partes
caminos largos hacia los horizontes cerrados
más caminos
caminos abiertos por encima
de la imposibilidad de los brazos

Hogueras
danzan
tam-tam
ritmo

Ritmo en la luz
ritmo en el color
ritmo en el son
ritmo en el movimiento
ritmo en las grietas sangrantes de los pies
descalzos
ritmo en las uñas arrancadas

Más ritmo
ritmo

¡Oh voces dolorosas de África!



La noche, como un vastísimo manglar, dejó huellas temblorosas de tigres y sueños. Y todos se durmieron a orillas de la tregua cuotidiana...


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Antonio Agostinho Neto (1922-1979) nació en la aldea de Kaxicane, Angola. Hijo de maestros de escuela y pastores evangélicos. Perseguido y encarcelado por el gobierno colonial portugués. Primer presidente de la República Popular Angoleña en 1975.

Saturday, August 11, 2007

 

a orillas del Oudegracht


Siempre que voy al mercado de los tulipanes, un loco me observa desde una alta ventana. A veces está vestido de ángel, o de mohicano, o de verdugo medieval, o de urraca...

Cuando tú me escribiste que regresabas definitivamente desde la isla de Marken, corrí a la casa del loco...

Y te espero en el mismo café, a orillas del Oudegracht, vestido de urraca: me tiritan las manos, me tiritan los labios, me tirita el corazón.

Retornas precisamente cuando se inicia la migración de las ocas, la quebradiza voz de los enterrados presagia un largo invierno, los búhos regurgitan agobiados en hondas grietas, trabajadores del puerto beben un vaso de aguardiente antes de despedirse del mar, veleros bergantines hacen un último viaje por los canales de Markermeer y un tenaz hastío de brumas invade inexorablemente la ciudad...

Saturday, August 04, 2007

 

la rueda de la fortuna


Hoy vi dos delfines,
la sombra de un antiguo arcabucero,
rojizos espacios que anteceden a las tormentas,
clepsidras oxidadas,
libélulas llenas de rituales,
eunucos hechizados por la nostalgia,
un lejano planeta en perfecta armonía,
un árbol que volaba con soles, pájaros y arlequines...

Y vi a la misma muchacha que me hacía señas
desde la rueda de la fortuna
cuando cumplí 19 años...

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