Monday, May 19, 2008

 

libertad, te nombro y te escribo


El humo era muy intenso. La gente no podía respirar. Sentían las bocas resecas, como si estuvieran masticando arena. Los obuses y las cargas de los cañones no paraban de estallar por todos lados. Unos tres millones de alemanes permanecían hacinados en los refugios o entre las ruinas de la capital. Menos de 80.000 soldados de la Wehrmacht, unos oficiales de las infames Waffen SS y unos niños fanáticos de las Juventudes Hitlerianas se enfrentaban a un millón y medio de rusos del Ejército Rojo que avanzaban con 6.000 tanques. Al mediodía de esta primavera alemana no se veía el cielo. Todo estaba oscuro y sólo se iluminaba con las explosiones o los incendios. A veces, lo único que se veían eran los flashazos y la estela que dejan las balas trazadoras. Era el 3 de mayo de 1945, el último día de la guerra intensa en Europa. Caía Berlín.

Liza Zajac tenía 18 años, el número de prisionera 33.502 tatuado en su brazo izquierdo. Había sido liberada cinco días antes y ese 8 de mayo fue testigo del primer encuentro entre soldados rusos y estadounidenses en las orillas del río Elba. La habían rescatado los rusos cuando logró escapar de la Marcha de la Muerte de 5.000 prisioneros del campo de concentración de Auschwitz que caminaron por cuatro meses hacia Berlín. Hoy, a los 78 años, recuerda ese día desde su departamento en el barrio porteño de Belgrano: No me alegré de nada. Estaba perpleja. Me sentía totalmente desprotegida. Era libre, pero ya no tenía a nadie conmigo más que una tía. Veía cómo los soldados rusos y americanos festejaban, pero yo no tenía esa alegría. La liberación para mí fue como asomarme a un abismo. Recién, después, con el tiempo, pude apropiarme de esa libertad y hasta hoy cada vez que levanto una copa brindo por la liberación y me acuerdo de las palabras de Paul Eluard: "Libertad, te nombro y te escribo".



(Por Gustavo Sierra, corresponsal de Clarín.)

Comments:
me moviste todas las fibras de mi corazon con tan conmovedor post, abrazos enormes para ti
 
Quié se hace con la soñada libertad cuando se ha perdido todo aquello por lo que valía la pena tenerla.
Nuestro deber es jamás olvidar el sufrimiento de tantos y tantas, los horrores y las bendiciones de quienes no hemos sufrido esas infamias.
Extrañaba leerte...tanto.
 
"Libertad es una palabra que el sueño humano alimenta, que no hay nadie que la explique... y nadie que no la entienda"

De 'Romanceiro da Inconfidéncia' de Cecilia Meirelles

Seguro ya vio el corto la 'isla de las flores' sino aca le dejo la liga, no se arrepentira.

http://es.youtube.com/watch?v=4kDN49_bFno
 
Queridísmo Mentecato
siempre es grato visitarte y leer atento tus aportes a la literatura y especialmente a tomar conciencia con cada uno de tus escritos. Lo más importante es que no podemos olvidar nuestra condición humana y la sensibilidad que perdemos día a día.
La historia nos juzcará por lo que no hemos hecho, asi como juzgamos los macabros sucesos de la 1 y 2da guerra, y todas las guerras.
Es triste ser libre para darse cuenta que vamos quedando solos
Mi cariño de siempre

Navero
 
Heil, Mentecato!
El hombre lobo
 
Libertad te nombro y te escribo....

Hay tantas formas de esclavitud que a veces nos cuesta darnos cuenta lo que significa recuperar la libertad, y necesitamos un tiempo para brindar por ella.

Besos querido amigo
 
La libertad, ese tesoro escondido. Un bello recordatorio. Abrazos.
 
Es un temón la IIGM... Qué interesante que lo toques porque es algo que nos hace meditar a cada uno de nosotros, generación postguerra que si no fuera por la ironía de que cayeron bombas nuecleares, ya estaríamos muertos. Por ahora al menos existe conciencia...pero nadie sabe por cuanto...

Saludos


Amador.
 
Bichito bufón de doncellas tristes, azafrán, opio, duendes, loros verdes...trázame en la arena una boa con un elefante, dime que no es un sombrero, regálame una razón para extender de nuevo mis alas, sentir la sal del mar en la cara y los pies en el agua fría, entender dónde nace la libertad.
 
mayo siempre es sorprendente
muchos mayos muchos años
que hicieron historia

pasando siempre por aqui amigo

te dejo muchos saludos!
 
Estimado Mentecato:

Yo tenía tres años cuando mis padres pudieron partir conmigo desde esa Alemania hacia Chile.

Claramente, de no haber sido así, con ellos apátridas porque habían sido despojados de su ciudadanía y obligados a tener documentos de identificación obligatorios con nombres ficticios de Sara e Israel, habríamos conocido los tres por dentro las cámaras de gas.

Comprenderás lo cerca que me toca este post.

Un abrazo.
 
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